Pues bien, resulta que después de caminar por varias horas, el detector de metales empezó a sonar marcando hacia una pared, fue entonces cuando pepe y los demás empezaron a escavar, así estuvieron toda la tarde hasta empezar a obscurecer, y fue entonces cuando encontraron un hueco muy grande en el que se podían ver a varias ollas de distintos tamaños, lógicamente ellos saltaban de emoción cuando de pronto. . . . en un rincón sobre la más grande de las ollas, se alcanzo a ver la silueta de un hombre que los miraba fijamente y se escucho una fuerte carcajada, entonces, salieron corriendo asustados, solo Pepe se quedo ahí parado, no supo si fue que del miedo no se podía mover o que se sintió muy valiente, fue entonces cuando el señor se acerco a él y le dijo:
- Si, todo esto es para ti, y puedes llevártelo ahora mismo si lo deseas. - Pepe no podía hablar, solo se quedo inmóvil, y callado.
- Solo necesito como pago, el alma de tres de tus compañeros.
- Y entonces podrás llevarte todo lo que ves aquí y serás rico, muy rico.
- Tú decides. . . . .
Fue entonces cuando pepe reacciono y salió corriendo, cuando llego a la casa estaba muy pálido y no podía hablar, y después de esto, nunca más volvió a buscar tesoros.
La pregunta es ¿Tu qué harías su te ofrecieran ser muy rico, dando como pago EL ALMA DE TRES COMPAÑEROS?
Por : Elizabeth Monsivais
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